Debido a la monotonía, estrés de la ciudad, haber tenido un mal día o sentirse apabullado por la carga de trabajo, es probable que al llegar a la oficina uno llegue a cuestionarse si debería presentar su renuncia, para explorar nuevas oportunidades laborales.
Algunos de los puntos son ofrecidos por especialistas, a nivel internacional, en Recursos Humanos, portales especializados en negocios en donde se da prioridad al capital humano, así como páginas enfocadas para brindar soporte a los profesionales.
Si llegas a un punto en el que el estrés del trabajo está afectando tu salud física o mental, tus relaciones con familiares o de pareja, el puesto no vale la pena el costo personal que tienes en tu vida, dice Elene Cafasso, fundador y presidente de la empresa de coaching ejecutivo Enerpace. «Es hora renunciar cuando te despiertas temiendo el día. Cuando uno está deprimido todos los domingos a la idea de que iniciará la semana cuando su salud se empieza a deteriorar».
Haciendo referencia a la monotonía, para algunos profesionales en TI algo de lo más básico como es crear líneas de código, podría resultar en extremo aburrido, sólo por mencionar una tarea que es repetitiva, ya que puede ocurrir en cualquier área el aburrimiento se apodere de ti, lo cual puede pasar por el hecho de perder tus objetivos de vista o la motivación, así que deberás volver a enfocarte, buscar nuevas oportunidades en la empresa y, en última instancia, renunciar para encontrar más retos laborales.
Por las inseguridades o comodidad en un empleo, podrías dejar de pasar por alto el hecho de que estás sobrecalificado, lo cual podrías notar cuando tus actividades se vuelven tan rutinarias que podrías «estar durmiendo y aún así saldría todo bien», por lo que podrías hablar con tu jefe para adquirir más, o nuevas, responsabilidades dentro de la organización o simplemente renunciar.
Es usual que tengamos preocupaciones con respecto al dinero, pero si esto se vuelve algo de todos los días, podría estar relacionado al hecho de que no te estén pagando lo suficiente, si ya has estado en la empresa más de un año, podrías hablar con la gerencia para renegociar tu salario, aunque recuerda que debes dar argumentos válidos. Si no llegas a un punto medio en la negociación, podría ser el momento de encontrar una organización que te haga sentir como si estuvieras haciéndole un favor para recibir tu pago.
Algo curioso, que marcan los especialistas, es que si no sientes envidia de tu jefe, deberías renunciar, pues explican que en algún momento te debes imaginar realizando algunas actividades similares, ya que puede ser una meta a alcanzar, pero si esto no es así, podría significarse que realmente no te apasiona y sería un buen momento para abrirte nuevos horizontes.
Si al estar en la oficina sientes que no encajas, puede que la cultura de la empresa no vaya acorde contigo, por lo que es probable tengas roces durante toda tu estancia en la empresa, indican que la asimilación de las políticas corporativas que generalmente ocurre en los primeros meses al colaborar en una compañía, pero si has estado allí durante seis meses o un año y todavía te sientes como un extraño, puede que nunca logres integrarte.
Para algunos profesionales es determinante el hecho de que tus habilidades sean puestas a prueba, si bien es común que aguardes un tiempo para que tu jefe inmediato vea tus cualidades para darte más responsabilidades, esto podría llegar a la frustración, si tras un tiempo no sucede esto, así que deberías considerar buscar una compañía que te dé las oportunidades de crecimiento que estás buscando.
También, algunas de las cuestiones que serán señales fuertes para buscar cambiarse de trabajo será la ética de la empresa, pues si sufres hostigamientos de manera constante; se te piden hacer actividades fuera de la ley; serán focos rojos para salir de esa organización. ¿Qué señales de aviso agregarían al considerar renunciar?
